La industria de la construcción se está sumando a la transformación digital. Las diferentes empresas que integran la cadena de valor del sector deberán adaptarse a este cambio, que generará un entorno competitivo más complejo pero, al mismo tiempo, más dinámico
Integrar procesos y tecnologías digitales en los proyectos de edificación y obra civil es clave para alcanzar objetivos de optimización y calidad de los activos construidos, potenciando la competitividad y permitiendo nuevas funcionalidades que mejoren nuestras infraestructuras y edificios.
La digitalización no solo está relacionada con la tecnología, sino que también influye en la organización, los procesos y las personas. En definitiva, supone un cambio completo en la cultura del sector y su forma de actuar. Las líneas estratégicas de la digitalización deben centrarse en la capacitación de las personas, en un cambio de cultura, en apostar por nuevos modelos de negocio, en la adecuación de las normativas y, claramente, en invertir en I+D+i.
Evaluación inicial
La complejidad del sector exige que la definición de una estrategia digital comience con un análisis inicial que tenga en cuenta todos los aspectos involucrados. Así, las empresas deberán evaluar, entre otros, la evolución de las expectativas de los clientes, la situación de los competidores, las tecnologías disponibles, el nivel de madurez o la existencia de startups con las que aliarse.
En cuanto a la transformación digital del sector, podemos decir que debe apoyarse en cuatro pilares tecnológicos fundamentales:
- Big Data
- Inteligencia Artificial
- Internet de las cosas (IoT)
- Metodología BIM (Building Information Modelling)
Una herramienta de trabajo que fomenta la colaboración
La metodología BIM (Building Information Modeling) ya está implementada en el sector, aunque no de manera extensa en todos y cada uno de los proyectos. Es una herramienta de trabajo colaborativa diseñada para la creación y gestión de proyectos que permite centralizar toda la información relativa a un proyecto en soporte digital: desde el diseño, el presupuesto y el impacto ambiental, hasta la información sobre el desarrollo de los plazos, los volúmenes, el mantenimiento y el resto de fases del proyecto.
Su utilización permite contar con un modelo central unificado que optimiza tiempos y corrige errores; también fomenta un aumento de la productividad y mejora la calidad del proyecto final. Es decir, supone un valor añadido en términos de negocio, innovación, mejor servicio para los clientes y capacitación de los equipos de trabajo.
Se pretende que todos los integrantes o participantes del ciclo de vida de la construcción trabajen con los mismos datos, centralizándolos en un modelo BIM que es la unión de geometría (de la construcción virtual) y datos (proporcionados por las diferentes personas que intervienen en el proceso de construcción).